Osmel Sousa reclutó a las últimas tres candidatas
28-07-2010
José Gregorio Ortiz
Foto: Cortesía/Pepe González
Ayer quedó demostrado que la mujer venezolana quiere reinar, procedentes de todo el país arribaron a la Quinta Rosada, las 100 aspirantes de las preseleccionadas a traves de Internet. Esta nueva modalidad fue puesta en marcha gracias al ingenio de Osmel, quien quería diversificar y dar amplitud a la participación de las jóvenes que sueñan en convertirse en la mujer más bella del país.
Foto: Cortesía/Pepe González
Ayer quedó demostrado que la mujer venezolana quiere reinar, procedentes de todo el país arribaron a la Quinta Rosada, las 100 aspirantes de las preseleccionadas a traves de Internet. Esta nueva modalidad fue puesta en marcha gracias al ingenio de Osmel, quien quería diversificar y dar amplitud a la participación de las jóvenes que sueñan en convertirse en la mujer más bella del país.
Una a una fueron desfilando ante la mirada escrutadora del Zar de la belleza, quien junto a al selecto jurado integrado por: Grace Fontache, Moisés Kaswuan, José Rafael Briceño, Sonia Rofed, Iván Dumont, Giselle Reyes y Julio César Arraíz, evaluaron cada salida de las aspirantes para dos horas más tarde emitir su veredicto.
Al menos 3.800 aspirantes habrían enviado sus datos y fotografías al portal Miss Venezuela.com, de las cuales el equipo de Osmel escogió a las 100 chicas que ayer treparon La Colina.
Después de deliberar los expertos escogieron a 13 candidatas que pasaron al selecto grupo de la preclasificadas y finalmente sólo tres convencieron al Zar. Se trata de Fabiola Castillo, de 20 años, estudiante de Derecho y Diseño Grafico, proveniente de Puerto Ordaz; Adriana Kupper, de 21 años, estudiante de Medicina y Angela Ruiz, 20 años, modelo profesional, estudia Ingeniería Industrial, es oriunda del Furrial, estado Monagas.
Sin nada que esconder, varias de las aspirantes desbordaron sus kilos demás, mientras otras fijaban su mirada al piso producto de los nervios. ¡No era para menos!, tan sólo estar en el broker de la las reinas y frente al “Midas de las diademas”, les causaba pánico y hasta terror.
Aunque muchas no tenían las medidas para ser la reina perfecta, con mucha gallardía se apostaron ante los jueces y, finalmente el sueño de estas mujeres ya se cumplió, por lo menos, le regalaron su mejor sonrisa a Osmel.
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