domingo, 18 de julio de 2010

MARELISA GIBSON PARA EL DIARIO EL NACIONAL !!! LA ENTREVISTA QUE LES DIJE LA SEMANA PASADA !
















Marelisa Gibson tiene un reto mayor: conquistar la corona del Miss Universo, luego de que dos venezolanas lo lograran de manera consecutiva. Ella se prepara, con los mayores rigores, enfocada en la posibilidad de ganar 

La gente en la calle le da ánimos para que se traiga la tercera corona consecutiva de Miss Universo. En Facebook, los fanáticos le escriben mensajes llenos de expectativas por el triunfo y Osmel Sousa tiene apostadas sus ambiciones por la "tripleta" luego de la racha en línea de Dayana Mendoza y Stefanía Fernández. Antes de partir a Las Vegas al certamen en el que podría lograr una nueva hazaña, la Miss Venezuela Marelisa Gibson se entrena sin pausas para coronar los deseos de un país a la vez que asume la presión colectiva con entereza



José Roberto Coppola jcoppola@el-nacional.com 


Fotografías: Marcel Cifuentes marcelcifuentes@gmail.com
Maquillaje: Luis Enrique Urbano  
Estilismo: Albenis Vilches  
Vestuario: Nidal Nouaihed  



El carro está sucio. Se disculpa. "No he tenido tiempo de lavarlo". Con un calendario de actividades que no da concesiones, Marelisa Gibson, Miss Venezuela, no tiene cabida a otros pensamientos que no sean su preparación para competir este año en Las Vegas en un reto gigante, pero no imposible: el de lograr la tercera corona del Miss Universo consecutiva. Ya una vez en carretera, conduce con la espalda yerta, vertical. 

Las manos al volante. La mirada contenida, a veces mansa, a veces bravía, pero siempre en las fronteras del desborde. "Todo el mundo me dice: `Tú sí puedes traer la tercera corona, tú sí puedes ganar’. Tengo mucha tensión en mí, pero la voy a utilizar a mi favor", suelta como un suave resoplo, en una resolución de reina, sin dejar de mirar el retrovisor y dar giros al volante. 

Es una muchacha linda, sí que lo es, pero es de esas bellezas que no agreden. Si cuando está seria distrae hasta el embeleso, cuando sonríe aniquila a cualquiera. 

Viene del gimnasio. Allí, con el cabello en una cola y brillo de labios como única coquetería, hacía 30 minutos de caminadora como otra chica más, lejos de la mirada curiosa de los hombres del lugar. Los únicos pliegues que luce en el cuerpo, son los de la camisetilla negra que lleva puesta. Debe bajar unos últimos kilos por petición de Osmel Sousa, esos que, con sus ojos certeros, sólo él encuentra en las candidatas del concurso. 

"Marelisa tiene que ir perfecta, se lo digo todos los días. Es muy bonita, tiene buen escenario y habla tres idiomas. Es una candidata de primera línea. Vamos preparados para ganar", dice el Zar. Por ahora ella, reservada, se niega a decir su peso y eso que está flaquísima. Con la curiosidad universal volcada hacia la criolla, ya hay temas que en la Quinta Miss Venezuela se manejan como secretos de la realeza. 

Después de una rutina de sentadillas de abductores, aislamiento de glúteos, sentadillas longues, prensa vertical, sentadillas de Hack, entre otros ejercicios, va a los vestidores y al rato no tarda mucho  sale luciendo unos jeans que le hacen ver las piernas larguísimas  y una blusa negra, lista para arrancar a la Quinta Miss Venezuela, donde la espera todo un día de entrenamiento. 

Marelisa no la tiene fácil, es verdad. Lograr una tercera corona consecutiva sería una hazaña sin precedentes. Pero con el triunfo de Stefanía Fernández, el año pasado las expectativas de los venezolanos dieron un giro. 

Y ese optimismo criollo es un apoyo enorme que tiene Gibson, pero también una presión que ella recibe y administra como toda una soberana. "La próxima corona universal para Venezuela". "Tripletaaaaaa, tripletaaaaaa arriba Venezuela, este año rompemos récords". "Veremos a Venezuela ganar otra vez". "Arriba Marelisa. Eres muy guapa, te las llevarás a todas por los cachos", son algunos comentarios que le dejan en grupos de Facebook. 

"El cansancio y el estrés por todas las actividades no me dejan días libres. No es muy distinto a cuando estudiaba Arquitectura. 

A veces quiero gritar y salir corriendo, pero no me queda más que respirar profundo y tener paciencia. Hay tantas chicas que quisieran tener esta oportunidad, que cuando me siento así, pienso en ellas. Saco ánimos y fuerza para seguir. Sé que todavía no ha venido lo más difícil", hace un balance con su voz pausada y respiración contenida. 

En sus clases de maquillaje, luego del gimnasio, Gibson ubica ordenada sobre la mesa los pinceles, las bases y las sombras. 

Con la direcciones del maquillador Luis Enrique Urbano, debe repasar el mismo estilo para que logre domesticar el pulso y perfeccionar la técnica porque es ella misma quien debe hacerlo en todos los eventos previos al certamen y el día del concurso. 

"Para eso son las prácticas, para que en ella el maquillaje se vuelva mecánico. Debe aprender a estar lista en 15 ó 20 minutos", indica Urbano. La chica que antes sólo usaba polvo, blush y un poco de brillo en la boca, está entrenada en técnicas de corrección, iluminación, brillo y profundidad para lucir el look que se ha creado para ella. Con sus hombros alineados y columna enhiesta, se mira concentrada al espejo, respira profundamente y continúa el trabajo en su párpado derecho. Rechaza amable el aparentemente inofensivo caramelo que le ofrece el estilista de la Quinta Miss Venezuela y se toma el café sin siquiera Splenda. 

"Tengo semanas de un régimen riguroso", había comentado, sin extenderse, un poco antes. No quiere construir discursos repasados acerca de las dietas de una reina. 

No hay dos sin tres

Tiene todos los deseos de un país a cuestas, sin contar las ansias de triunfo del monarca de la belleza, que no son pocas. El compromiso se le presenta enorme, pero ella está enfocada en ganar. Quiere traerse la séptima corona para el país, por eso se esmera en su entrenamiento para brillar en Las Vegas. "Ella ha tomado el reto con mucha entereza y dedicación. Este año va a ser muy fuerte y tiene un gran compromiso con el nombre de la banda de Venezuela. Está preocupada y es bueno que se sienta así, y no confiada, porque se exige más así misma", cuenta María Kallay, coordinadora del Miss Venezuela. Pero tiene cómo manejarlo. "Ella es bastante positiva. Siempre le han gustado los retos, sobre todo aquellos que la obliguen a dar el máximo de sí misma. Es muy decidida. Siempre ha sido muy clara en lo que quiere", cuenta su mamá Patricia Villegas. 

Sus días se disuelven entre clases de peluquería aún no se sabe el peinado definitivo, otro secreto de estado , clases de pasarela, eventos con los patrocinantes, encuentros con fundaciones, clases de maquillaje, además de sus rutinas de gimnasio dos veces al día. "También tomé clases de ballet clásico por tres meses por iniciativa de Osmel para que mejorara mi postura y mis movimientos fuesen más gráciles", cuela Gibson. 

Y para derribar los augurios de los escépticos y fortalecer el optimismo de los convencidos, hasta el de sí misma, ella siempre asoma una frase ganadora: "¿Y por qué no la tercera?" Así tenga encima la mirada de todos, ella está llena de convicciones. 

La muchacha "independiente y de personalidad fuerte", como la describe su mamá; la hermana "sándwich" de su casa, que fortaleció su carácter gracias a las bromas de su hermano mayor; la que canta a escondidas en el carro y a todo volumen para liberar estrés; la que grita en un juego de fútbol; es la misma que cuando estudiaba en el Colegio Cristo Rey combatía su perfil de niña "inteligente y responsable con un humor fino para que no la encasillaran como la chica `galla’ del salón", como recuerda Luis Yslas, uno de sus profesores. La misma que no era muy coqueta en su adolescencia "cuando estaba en la pubertad yo no era nada linda" , es quien ahora debe demostrar que es toda una reina. "Ponte bien bella para que no escuchen tus respuestas y el público se distraiga", le suelta en sorna el profesor de oratoria José Rafael Briceño, mientras ella se maquilla. "Esa es la idea", le responde sagaz Gibson sin dejar de mirarse al espejo. 

En sus clases de oratoria en la Quinta Miss Venezuela debe responder un listado de preguntas que podrían hacerle los jueces en el concurso los días previos al certamen. En un día de entrenamiento de rigores concentrados, Gibson no se queja. Sólo ha comido un desayuno ligero y ha tomado dos botellitas de agua y una merengada proteica porque no ha tenido tiempo de almorzar. "¿Para qué necesita una mujer a un hombre?", le pregunta su profesor de oratoria. "La mujer escoge estar con un hombre, decide estar con él, pero no lo necesita", responde Marelisa sentada de manos cruzadas. Con una respuesta así puede conseguir la corona. 

La prensa internacional tiene sus miradas enfocadas en la Miss Venezuela de este año. Los países con candidatas fuertes están atentos de los movimientos de la venezolana. El riesgo de un tercer triunfo consecutivo tiene a los otros países en alerta. Ya hay concursantes extranjeras que vienen a prepararse al país, otros que encargan a diseñadores venezolanos los trajes de gala para sus candidatas. "Hay mucha expectativa con respecto a la Miss Venezuela. Hace poco estuvo en Miami y participó en varios programas de televisión. Todos estaban atentos de ella", saca cuenta Harry Levy, jefe de prensa del Miss Venezuela. "Sé que cuando llegue a Las Vegas todos van a estar pendiente de mí. Voy a dar lo mejor para quedar a la altura". El país quiere la corona, Osmel la ambiciona, Marelisa lucha por ella y hay algunos que dicen que no hay dos sin tres.


2 comentarios:

  1. TAN BELLA LA MAREEEE, PURO CHULINAA

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  2. hola marelisa eres muy bella adelante para que stefania te corone me encantaria que lucieras tu cabello suerto eres lo maximo viva venezuela son las mejores tu tienes con que ganar, la bomba te ha desprestijiado se van atener que morder la lengua para que no hablen mal de nuestra representante mi name is marelisagipson I can fron miranda venezuela

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