jueves, 4 de marzo de 2010

LOS SECRETOS DE LA BELLEZA VENEZOLANA... TODO EN DOMINGO


Los secretos de la belleza venezolana


Decir que las criollas son coquetas es un lugar común que ya afea cualquier discurso, pero no deja de ser cierto. 


Todo en Domingo consultó a profesionales del mundo de la estética y por medio de una encuesta se metió en los portacosméticos de 50 lectoras de distintas ciudades del país para averiguar las claves que las hacen lucir radiantes




Ángela Feijoo afeijoo@el-nacional.com Fotografías Claudia Rodríguez R. Modelo Andrea Vásquez by Jhonny Tovar Maquillaje Jesús Cedeño 






Echarse aguacate en las puntas del cabello. Exfoliarse con jabón y azúcar. Marcar los rizos con gel de linaza. Tener una planta de sábila en la casa porque es buena para casi todo: combatir el acné, evitar las arrugas, desaparecer cicatrices. Usar aceite de bebé para suavizar la piel del cuerpo. 

"¡Y no olvidar nunca, que si la relación con el galán de turno aún no se ha consolidado, hay que evitar a toda costa ir a la playa con él, porque el encanto del secado se perderá!", advierte una lectora que no desea ser identificada, presumiblemente por razones de "seguridad". 

Estos son algunos de los secretos que las lectoras de Todo en Domingo se animaron a compartir a través de una encuesta. 

Sin embargo, se sabe que eso no es ni la mitad de lo que la mayoría de ellas hace para lucir bien. 

"Las venezolanas emplean todos los recursos posibles: se ejercitan, cuidan su dieta, su cabello, sus manos, usan los mejores productos según sus posibilidades. Muchos métodos se han masificado como la cirugía estética", señala


Lucy Sá de Oliveira, Venezuela Insights & Marketing Intelligence, de la marca cosmética Avon.



"No les gusta comentar a todo el mundo qué tipo de tratamientos se realizan", señala Nathaly Gerbino, cosmetóloga y directora de Medilight Center. "Prefieren que les digan que están perfectas o que lucen mejor, y mantener el secreto. Sólo lo comparten con personas muy cercanas". 

Por eso, para descifrar las claves que les permiten salir a la calle como auténticas reinas de belleza, hubo también que consultar a quienes atienden sus múltiples necesidades estéticas. 


Empezar temprano. 


"Indistinta- mente del nivel socioeconómico, las venezolanas se caracterizan por ser unas consumidoras innatas de productos de belleza y cuidado personal. Desde muy pequeñas incorporan en sus hábitos el uso de maquillaje y esmaltes de uñas como sus productos de `iniciación’. Incluso las madres las promueven en el uso de estos productos, los cuales representan el juguete o el elemento diferenciador entre chicas y chicos", explica María Cristina Acevedo, coordinadora de imagen de la marca cosmética Cyzone. 

"Mi primera pintura de labios fue rosado perla. Recuerdo que tenía 12 años. Cualquier excusa era buena para ponérmela, aunque mi mamá me había advertido que era sólo para las fiestas", cuenta una de las encuestadas. 

"Me pasaba horas viendo cómo mi mamá y mi abuela se maquillaban, y cuando `oficialmente’ me dieron permiso para pintarme ya era, por supuesto, toda una experta", recuerda esta lectora de 39 años. 

Pero los tiempos cambian. Y Sabrina Mujica, gerente de educación y relaciones públicas de Estee Lauder en Venezuela, destaca que las venezolanas más jóvenes de la actualidad suelen centrar su atención en mejorar su cuerpo. "Recurren a tratamientos cosméticos y cirugías para asegurar una piel libre de imperfecciones, un abdomen plano, piernas torneadas y un busto a la medida. Antes de los 30 años es difícil que sigan rutinas rigurosas de tratamiento, muchas veces se conforman con desmaquillar e hidratar si se acuerdan  y, en general, enfocan su energía y presupuesto en el maquillaje que las haga lucir fashion. Luego de los 30 años, comienzan a buscar alternativas para combatir los primeros signos de envejecimiento, y de allí en adelante la inversión en tiempo y dinero se hace más fuerte". 





A cada problema, una solución. "En una escala del 1 al 10, las venezolanas le dan 10 a su apariencia física", sentencia Mariela Cogorno, médico estético del Centro Estético Láser Los Naranjos. La especialista asegura que se concentran más en las partes del cuerpo "visibles" y por ello suelen interesarse en el rejuvenecimiento del rostro y cuello, así como de las piernas. "Por muchos años la mujer de estas tierras ha buscado productos que le provean beneficios comparables a los de la fuente de la juventud. Su principal preocupación se ha enfocado en las líneas de expresión o arrugas", explica Desiree Arias, gerente de educación y relaciones públicas de Clinique. Sin embargo, señala que con el paso de los años, otras preocupaciones, como el tono disparejo en la piel y la aparición de manchas oscuras, están entrando en la lista de inquietudes. 


"60% de las mujeres venezolanas tiende a utilizar productos de tratamiento. La mayoría busca tratamientos básicos acordes con su nivel de poder adquisitivo", asegura Ana Cecilia Paul, gerente de marca de Almay, Beauty Tools, Naté Naturals, Jean Naté y Fragancias para Venezuela & Export Latin America. Paul destaca además la preocupación por la oleosidad en la piel del rostro. "Siempre buscan productos que contrarresten esta condición, como por ejemplo los polvos compactos". También las manchas e imperfecciones entran en la lista negra criolla. "Adquieren bases de maquillaje y correctores que proporcionen una buena cobertura a fin de ocultar dichas manchas o imperfecciones para lucir un rostro perfecto". 

Noemi Lairet, médico estético de SkinLaser, asegura que en su centro, el mayor motivo de consulta de las mujeres entre 20 y 40 años es la celulitis. Y después de los 40, lo que les preocupa es su aspecto facial, incluyendo flacidez de los párpados y del cuello. "Lo que buscan es un refrescamiento del rostro en el que la clave sea la naturalidad, sin que los demás sepan qué se han hecho". Como ya se ha dicho, la discreción en esta materia resulta esencial. 


Fidelidad y experimentación. "Ellas se casan con su médico o terapeuta que le realiza los tratamientos y se establece entre ellos una gran relación de confianza", destaca Mariela Cogorno. "Hace dos años yo me retiré del centro que tenía en La Castellana y 80% de los pacientes acudieron a mi nuevo centro con toda la confianza de siempre". 


"La mujer venezolana está siempre dispuesta a probar nuevos productos que le ofrezcan la solución a sus problemas de belleza. Una vez que consiguen la marca con la que se sienten satisfechas seguro que no la cambian", opina Lisette Urdaneta, Hair Color Manager del Grupo Beka.

Aunque hay quienes piensan que la lealtad, sobre todo en los cosméticos, puede variar. "Quizá sí son fieles a las marcas, mas no a los productos, ya que siempre están en la búsqueda constante de novedades", afirma Roraima Hernández, gerente de marke- ting y administración comercial de Ésika Venezuela. 

"Es muy común escucharles decir frases como `yo sólo uso las cremas de la marca X’. Sin embargo, a la hora de ver su realidad podemos encontrar varias marcas que conviven en su portacosméticos o gabinete del baño, y esto se debe a que el venezolano es en general un tipo de comprador impulsivo que corre a buscar lo nuevo que sale a la venta para probar




lo", considera Sabrina Mujica, de Estee Lauder. 



Virtud esencial: la constancia. "Las venezolanas suelen ser muy consecuentes cuando observan resultados rápidos", asegura Alicia García, directora del centro Evolution Pilates. "Muchas colocan su apariencia física por encima de cualquier actividad de su rutina diaria con el fin de verse siempre bien. Otras consideran que es parte de su día a día y su bienestar físico. Se concentran más en reducir medidas, tonificar glúteos, abdomen y brazos", explica. Para la dermatóloga Honey Bee Arza, de Aldana Láser Center, las venezolanas en su afán de ser hermosas, son constantes y serias una vez que se les aplica algún tipo de tratamiento. 


"Incluso con sus rutinas de cuidado personal son muy consecuentes", señala. 

Sin embargo, Noemi Lairet, de SkinLaser, piensa que esto de la perseverancia autóctona es variable. "Muchas veces empiezan eufóricas con las tecnologías que van apareciendo en el mercado, pero terminan las sesiones y luego no realizan mantenimiento. Por eso les insisto: todo es mantenimiento. Desde el hábito de cuidados de la piel, de alimentación o ejercicios hasta cualquier otro procedimiento. 

Sin embargo, también me ha pasado lo contrario: mujeres que jamás han tenido ningún cuidado en su piel, al ver la mejoría y escuchar los comentarios favorables, ganan más confianza y hacen un vuelco de 360 grados, preocupándose de mantener el efecto y sentirse felices". 


Siempre informada. Al describir a sus clientas, la mayoría de los que se dedican al mundo de la estética en el país también coincide en esto: "Son exigentes, saben lo que buscan, siempre pagan por lo mejor, por la última tecnología y los últimos avances de la cosmética", dice Amina Salah, directora del spa que lleva su nombre. "Diría que al hablar de las venezolanas, estamos ante una consumidora conocedora y exigente, expuesta a muchísima información que usa a su favor. Espera resultados por su inversión y es muy crítica", dice por su parte la representante de Avon. 


"Siempre está combinada: desde el vestuario y el labial hasta el color de uñas. Cuida mucho el detalle", agrega Anabel Velasco, de Revlon. "Ella sabe exactamente lo que quiere; se instruye, lee, busca en Internet y así sabe cuáles son los tratamientos o productos nuevos que están en el mercado". 


Antes muerta que sencilla. "La venezolana no es la que sale a comprar el periódico en cholas y en bata. Ella se arregla el cabello y se cambia así sea para abrir la puerta. Se concentra en un buen maquillaje, en tener una buena figura y las que están un poco gorditas, suelen sacarle provecho a su cara, sin obviar la pedicura y manicura, al igual que su cabello", describe Amina Salah, sin temor a equivocarse. 


"Parte de la cultura de ser venezolana es ser bella. Por ello, a nuestras mujeres no les importa reducir gastos en artículos de primera necesidad y poder invirtir en productos que la sigan manteniendo bella y a la moda", señala Desirée Arias, de Clinique. Con esta misma certeza se manejan muchos profesionales de la estética, que se multiplican cada día en todo el territorio. En palabras de Amina Salah, "Venezuela es el país más rentable del mundo para los negocios de estética. No escatimamos ni esfuerzo ni dinero con tal de vernos perfectas, como reinas de belleza". 


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