“Soy muy exigente conmigo misma”
25-09-2010
José Gregorio Ortiz
Adriana Cristina Kuper Osorio, es maracayera de pura cepa, -aunque vivió gran parte de su juventud en Valencia- actualmente porta la banda del estado Sucre, en la máxima contienda de la belleza criolla. Su estampa de reina la ubica desde ya como favorita para alzarse con una de las cuatro coronas del certamen Miss Venezuela.
Adriana Cristina Kuper Osorio, es maracayera de pura cepa, -aunque vivió gran parte de su juventud en Valencia- actualmente porta la banda del estado Sucre, en la máxima contienda de la belleza criolla. Su estampa de reina la ubica desde ya como favorita para alzarse con una de las cuatro coronas del certamen Miss Venezuela.
A sus 21 años, es una mujer despierta, sincera y con buen sentido del humor. Cursa segundo año de medicina en la Universidad Rómulo Gallegos, en el estado Guárico. Nos confesó que siempre lucha por lo que quiere y aunque hizo un alto en sus estudios piensa retomarlos tan pronto culmine su participación.
“Soy muy exigente conmigo misma y cuando me propongo algo trato de alcanzar la meta. Mi meta por ahora es lograr una de las coronas, sin embargo, de no lograrlo pienso que el mundo continúa y seguiré preparándome para lo que nací: Ser médico”, expresó la hermosa maracayera.
Adriana nos reveló que jamás pensó en ser reina, ni siquiera en la escuela donde estudió. “Siempre pensé que no lo podía lograr, porque me sentía gorda y mi nariz no era la mejor, muchos me decían que mi contextura era gruesa y no iba a bajar, pero con una buena asesoría y disciplina logré mi objetivo: Bajar 20 kilos de sobrepeso, por eso, ahora puedo decir que no hay imposibles”.
Ratificó sentirse orgullosa de poder representar la belleza de la mujer sucrense. Se comprometió a visitar la ciudad de Cumaná, antes de la final del concurso. Además nos dijo que conoce algunas de sus playas y las considera las mejores de Venezuela.
Su incursión al mundo de los certámenes de belleza ocurrió por accidente, ya que fue sorprendida por una prima de Katty Pulido, “La Zarina de la Belleza”, en un autobús que cubría la ruta San Juan de los Morros-Maracay, allí se le acercó la cazatalentos y le preguntó si era modelo. “Yo me eché a reír y le dije que no porque no era flaca, pero ella me dijo vamos a ver a Katty la próxima semana. Entonces fui a la academia y cuando me vio me dijo “este año vas a participar en el Miss Venezuela”, aunque sé de la fama de la señora Pulido, no me lo podía creer, inmediatamente acepté el reto y comencé el entrenamiento en su agencia”, dijo Kuper.
En ese interín Katty -como experta en la materia- decidió inscribirla en el máximo certamen de la belleza del centro del país el Reina de Ferias de San José, donde destaca por su belleza y buena pasarela y alcanza una de las tres coronas que otorga el certamen. Bajo la arena de la Plaza de Toros de Calicanto se coronó como Reina del Deporte.
Como toda una buena miss dijó: “Entre las candidatas de este año no hay rivalidades, aunque te confieso que jamás me confío. Prefiero centrarme en mi preparación, porque mi más fuerte competidora soy yo misma”, recalcó la impactante Miss Sucre.
Adriana tiene una relación formal con un muchacho de quien dijo que era maravilloso. Al consultarle si de ganar lo dejaba, nos respondió. “No se las demás, pero aunque no tengo planes de boda yo quiero seguir conociendo a mi novio”, puntualizó Kuper.
“Katty es muy exigente, tanto como Giselle Reyes, es bastante dura, me ha hecho llorar varias veces, pero se lo agradezco porque gracias a esos sabios consejos, he logrado superar miedos y seguir adelante en este nuevo reto”, sostiene.
Adriana expresó que lo más difícil ha sido dejar a su familia para irse a Caracas, por eso cuando tiene la agenda libre viene a Maracay. “Al principió sufrí con los tacones que tenía que calzar desde la mañana a la noche, gracias a Dios ya me acostumbré”.
La espigada aragüeña de 1, 74 ,m de estatura y de medidas perfectas: 90-60-90. Reveló: “No soy posada, soy bastante natural aunque como buena venezolana me encanta estar arreglada o “montada”, como dicen en el argot de la belleza, no me considero perfecta, pero sí perfeccionista y soy extremadamente exigente con todo lo que hago”, nos dijo antes de despedirse.
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