martes, 21 de septiembre de 2010

Natalia Navarro: En la piel de la reina



EULALIA PINEDO - EL UNIVERSAL

“ Traté de tener una competencia muy sana. Mostrarme como soy, por eso me siento tranquila, porque hice lo mejor que pude, lo que estaba en mi poder y sin menoscabar, sin pisar a las demás. Así fue hasta el último día.

Entablé amistad con México, Haití, República Dominicana y Bolivia, que era mi compañera de habitación y como siempre nos ponían en orden alfabético hablaba mucho con China, ella no sabía mucho inglés pero el lenguaje no fue barrera.
El hotel era gigante, había bufé, todo gratis en la cantidad que quisieras, nos consentían bastante, además en el piso 27 donde estábamos alojadas, había un cuarto en común con frutas, chocolates, estaciones para planchar ropa, había televisión, allí nos reuníamos y nos relacionamos.
Nervios siempre los sentía, ese nervio sano, eso me mantenía con los pies en la tierra, me demostraba que esto era importante para mi, porque si no los sentía era que no me importaba, así que los nervios estuvieron ahí, pero de una manera sana, nunca tomaron control sobre mi, en general estuve tranquila.
Yo quería quedar entre las quince, sentía que eso estaba en mis manos. El título, ganarme la corona, estaba en las manos de Dios, pero quedar entre las quince era mi responsabilidad, sentí que si no quedaba era una decepción, porque trabajé muy duro y porque Colombia se lo merece. Pero cuando empezaron a llamar había mujeres que me sorprendieron, entonces pensé ‘ya no quepo ahí’ porque soy bastante exigente conmigo misma. A mí me preguntaron si lloré cuando me escogieron entre las quince y no, no lloré, pero me acuerdo que sí, que el alivio era tal que casi se me sale una lágrima. Me dije a mí misma, ‘Natalia, relájate, tienes que estar feliz, esto es lo mejor que te ha pasado’. Era una lágrima de felicidad. Es que justo, enfrente de donde yo me paré, estaba Raimundo y mi novio, y yo escuchaba a todos los colombianos. Es un momento de muchas emociones, pero no me dejé llevar por esas emociones, así que me concentré, porque aún tenía mucho que dar, un show espectacular para Colombia. Todos sabían el puntaje porque aparecía por televisión, pero yo no. Veía a Rusia al lado mío y ya habían llamado a nueve candidatas y Rusia no estaba, eso me sorprendió, así que pensé que ya no cabía ahí. Pero lo primero que me vino a la mente era que había decepcionado a mi país, porque nunca pensé que iba ganar, aunque iba con mentalidad de ganadora. Pensaba que era mi responsabilidad quedar entre las 15, 10 y hasta las 5, entonces sentí que había decepcionado a mucha gente. Después pensé que de nada me servía ponerme triste, así que seguí, sonreí, cuando me habían sacado de las 10 fui a ponerme el vestido de gala, apenas llegué yo sabía que México estaba sorprendida, ella me decía muchas veces ‘Naty yo creo que tu vas a ganar’, entonces apenas nos encontramos en el cuarto en donde estaban las finalistas, le dije ‘México, no dejes de sonreír’. Cuando México ganó, salí corriendo A donde ella, le dije gózatelo, ella estaba en shock, me encantó que ganara porque es una mujer latina, y es una muy buena mujer, nunca pensó que iba a ganar, ella quiere estudiar nutrición, no para mantenerse en forma, sino porque es una manera de ayudar a la gente que sufre enfermedades, me encantó que ganara y sigo en contacto con ella.

Cuando terminó el show, vi a mi familia, estaban felices haciendo desorden, a mí si me dio nostalgia porque otras candidatas me decían que querían que yo ganara, entonces cuando te abrazan es cuando te da esa nostalgia, luego fui a reclamar mi premio porque por quedar entre las quince te dan 500 dólares, yo me sentía millonaria. Me cambié, me puse muy sport, porque iba a comer con mi familia, y cuando salgo había una multitud de gente, multitud, estaban todos los medios, uno sale con maletas vestido al hombro, a atender entrevistas.

Esa noche pensé que iba estar destrozada pero no, estuve feliz por la reacción de la gente conmigo. Eso me dio fuerza, y más feliz estaba porque mi familia me contaba todo lo que había hecho mientras estaba en el concurso, lo que les pasó, eso me dio un poco de tranquilidad porque gracias al concurso mi familia tuvo unas vacaciones de ataque. Cuando ya estábamos en la mesa con Rai, mi papá se para a dar un brindis, agradeció a todos por haberme acompañado, y de repente mi mamá me miró como diciéndome ‘te toca’ y yo me paro y ahí si me puse a llorar, en ese momento que vi que tanta gente estaba ahí por mi, y yo sintiendo que los había decepcionado, así que me puse a llorar, y todos diciéndome que me desahogara, yo lloraba y me reía al mismo tiempo.
Después de ese momento ya no hubo tristeza. Mi temor ahora era la llegada a Colombia, porque por ejemplo, cuando en una eliminatoria Colombia no llega a las finales, a la gente no le importa, entonces mi temor era que se fuera ese cariño que yo siento por la gente, por no haber quedado en mejor posición, pero fue al revés, desde que llegué al aeropuerto, en el avión, las personas me felicitaban, para mi esa fue la recompensa más grande, esto me enseñó que cuando uno da mucho, cuando das lo mejor de ti, con todas tus fuerzas, tu ánimo y tu trabajo, no siempre recibes lo que esperas, eso me ha enseñado bastante, porque en toda mi vida yo pienso dar lo mejor de mi, pero no significa que voy a recibir lo que yo espero.

Ahora estoy muy agradecida con la gente colombiana, porque me felicitan, me dicen que lo hice increíble, y así no lo hubiera hecho increíble con tal de que la gente se sienta feliz con mi trabajo eso me lleva al cielo. Entregar la corona va ser emocionante, ya entregué la de Bolívar, ahora me falta la de Colombia, voy a estar triste pero también feliz porque viene otra etapa interesante, terminar mis estudios, pero si voy a estar nostálgica, en el concurso te tratan como a una hija, comparten contigo, va a ser una noche llena de emociones. Me gusta que sea un tiempo corto, que no haya espacio para que te aburras, un año es el tiempo perfecto, y es bueno que quedes con ganas de más. Todavía no sé que futuro me espera, pero ahora se que nada es imposible, antes de comenzar Miss Colombia jamás me imaginé que iba a ser la reina, que iba a unir un país para ver un concurso, imagínate que por mí, Natalia Navarro, estuvieran viendo televisión, no me imaginé hablar en público, desfilar, ayudar a tanta gente. Me llama la atención, pero no es lo número uno, la televisión, no quiero cerrar las puertas, quiero vivir las cosas, no como antes que decía que no servía para ser Miss Colombia, y mírame, estoy feliz, contenta, no me arrepiento de haber tomado esta decisión, no quiero que me pase con otra cosa, quiero ver si sirvo para todo, pero los estudios son primero. Uno tiene días muy productivos, ayudas directamente a tu gente, me siento mas colombiana que nunca.
A Cartagena, como vengo y voy, siempre quedo picada, ahora para mi es la mejor ciudad del mundo, y quien ensucie a mi ciudad delante de mi, mejor dicho...
Apenas llegué me comí un helado, mi piñita con mantequilla, si me he dado mis gustos, pero ya estoy otra vez juiciosa”.

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