lunes, 22 de marzo de 2010

EVA EKVALL SE CONFIESA PARA EL NACIONAL


La cruzada de Eva Ekvall


A sus 27 años, la ex Miss Venezuela, modelo y narradora de noticias, se consiguió con una realidad inesperada que le cambió la existencia. 

Este año le diagnosticaron cáncer de mama. Con una entereza ajena a los lugares comunes, el ánimo en alto y la fortaleza de quienes tienen fe, cuenta cómo lo asume de la manera más positiva: sin rendirse. Aquí comparte con Todo en Domingo este valioso testimonio


Jonathan Reverón elreveron@gmail.com Fotografías Efrén Hernández cien100@gmail.com 


Cuando Eva Ekvall le comunicó a su familia y amigos el siguiente mensaje: "Ayer fui diagnosticada con cáncer de mama. Quiero que sepan todos que me siento muy bien y positiva, convencida de que esto sólo va a traerme una experiencia nueva a mi vida y que tendré algo que contar, que no me voy a rendir nunca: que hay Eva pa’ largo. Sé que no será fácil, pero no hay tiempo que perder y la lucha tiene que empezar ya". Y de verdad lo asume así, sin estridencias tampoco con ligereza , pero ausente y alejada de nubes grises. Con la entereza de quien apuesta por el mejor destino para sí misma. 




Eva Ekvall tiene 27 años y fue la primera Miss Venezuela del siglo XXI. Fue modelo, pero abandonó las pasarelas y hace cuatro años decidió dedicarse a lo que siempre quiso hacer: narrar noticias. También se casó hace dos años y es madre de una niña de siete meses, Miranda, una rubia sonriente y heredera de la belleza familiar. "Estando embarazada me sentí unas pelotas, no muy grandes y fuera del área donde nos han educado a diagnosticar este cáncer, y como durante el embarazo uno tiene tantos cambios en el cuerpo y todo lo que tú digas se lo atribuyen a ese estado... pensé que tenía que ver con la lactancia", pero la molestia continuaba 



Las primeras horas. 


"Todo fue muy rápido. Yo me enteré un viernes, y a los cinco días ya estaba con un mastólogo que me dijo: `Debes hacerte un tratamiento de quimioterapia y una mastectomía’. En un instante me dije: `Tengo cáncer, voy a quedar calva, estoy enferma y me puedo morir". Eva Ekvall lo cuenta con objetividad, la voz firme y los ojos azules plenos y libres de conmoción. Sus primeros tres días fueron todo lo contrario: dormir con dificultad, compartir las caras largas con su familia y navegar horas en Internet, obsesionada, buscando información. 




"En mi caso fue el ginecólogo de toda la vida, que es como un miembro más de la familia, quien me dijo: `Mira, Eva, malas noticias’. Pero enseguida pensé: `Tengo el mejor doctor, hoy en día la ciencia ha avanzado lo suficiente para dar resultados positivos’. De inmediato, para las próximas consultas, hice un cuaderno con preguntas. Además, al salir, había pacientes conmigo compartiendo interrogantes", cuenta. Al miedo lo tiene acorralado y encadenado en una esquina. 

Por ello, al frente del reto que asume con ánimo y entereza, ofrece una de sus primeras certezas. "Uno de los primeros consejos que me gustaría dar es, que si tú sientes que tienes algo, si tu cuerpo te lo está diciendo y el primer médico le resta importancia, ve a otro especialista. Así, hasta dar con lo que tienes. Tampoco debes hacerte presa del pánico". Lo dice puntualmente porque se siente convencida de que su estado de ánimo y el control de esta situación empiezan por ella misma. 

En esta encrucijada, que asume desde sus mejores reservas de fortaleza, se encuentra con que muchos mitos se deshacen ante ella. Uno que aguarda tácito es sentirse inmune por ser joven. 

"Si bien es cierto que estoy en la edad en que todo es posible, ahora también opino que soy parte de la generación en que todos estamos menos saludables que nunca. Después de esto, no voy a encender un cigarro jamás, ni comeré mal. Creo que vivimos en una era en que tenemos que ser muy cuidadosos porque todos estamos propensos, y si bien existen casos de uno en un millón, ése `uno’ efectivamente puedo ser yo". 

El futuro inmediato de Ekvall está orientado a una filosofía: sacar la palabra prevención de la banalidad y la moda. "Sufro un cambio de vida obligatorio. Has a esta noticia vivía de manera sedentaria, comía lo que me daba la gana, sin ser excesiva en nada, pero simplemente no me cuidaba. Yo simplemente pensé que nunca podía enfermarme porque soy muy chama. Antes de esto, mi mentalidad era que la gente que se cuida es porque está vieja". Y lo dice aceptando que aún no tiene la sabiduría para muchos asuntos, pero convencida de que este episodio es un aprendizaje en ese camino. 


La belleza desde otra mirada. 



La protagonista de esta historia ha vivido siempre de su imagen. 


Fue miss y modelo. Pero antes de todo este proceso que recién comienza a vivir, había renunciado por gustos personales a las normas impuestas por el lente de las cámaras. "Yo era modelo y no me gustaba tanto, pero era mi forma de ganarme la vida. 

Por otro lado, siempre quise narrar noticias, pero era muy joven para hacerlo y necesitaba tener la credibilidad. Pueden preguntar: no hay nada que me aburra más que una foto. En maquillaje parezco un varón quejándome. 

No soporto una peluquería, me aburro profundamente. Por eso, apenas se dio la oportunidad, dejé atrás por completo el modelaje y me dediqué más a nutrirme intelectualmente". 

Lo confiesa alguien que en los próximos meses y luego de varias sesiones de quimioterapia, experimentará un cambio físico contundente. "Claro que te vacilas ser bellísima y que todo el mundo te lo diga. Aunque aquí entre nos, teniendo una mamá tan hermosa, nunca vas a serlo realmente. Yo no creo ser tan bella. No quiero que suene a modestia barata. Para mí, ahora, lo físico es totalmente secundario. 

Voy a perder el cabello, pretendo usar peluca para el noticiero, porque esto es algo ajeno a mi trabajo". A la par que asume esas certezas, Ekvall escribe el mapa que anhela los próximos meses: vivir de la manera más normal posible. "Lo mejor es que me voy quitar unos kilos..." y se ríe. 

"Claro que no es fácil. Como mujer obviamente no te quieres ver mal. Qué sé yo, levantarte y hacerle café a mi esposo calva, pero prefiero eso, a no hacer café más nunca en mi vida". 

Por fortuna, también cuenta con la agenda de familiares y amigos a su disposición. "Mi mamá es un gran apoyo. Mi esposo, mi hija. Todos. Tengo familiares que han muerto y otros que han sobrevivido al cáncer. 

Sé que cuento con ellos, pero a la vez, voy a estar pendiente de mi sobrina, de cualquier familiar, porque efectivamente es una enfermedad congénita". 

¿Algo más que contar? "No, la verdad, sólo espero que sirva de algo para las demás". 




DIARIO ELECTRÓNICO 



A manera de diario, Eva Ekvall comparte notas semanales por correo electrónico con sus parientes y amigos. Aquí se ofrecen algunos de estos mensajes íntimos. 


Asunto: ¡Hola! "Hoy vi a un doctor que me encantó (...) y con él me voy a hacer la quimioterapia, a más tardar la semana que viene. 




Sé que no será fácil, pero no hay tiempo que perder y la lucha tiene que empezar ya... En lo que sepa más los tengo al tanto... Los quiero mucho y les agradezco infinitamente el apoyo". 16-02-2010 17-02-10 




Asunto: Un pequeño avance... "Hoy John Fabio y yo tuvimos un día agotador, haciendo mil exámenes para estar absolutamente claros de lo que vamos a enfrentar. Los resultados de los exámenes siempre son en una semana, siete días, quince días... Parece que la espera por resultados y respuestas es eterna, pero eso no cambia el tratamiento, que debe ser agresivo y de inmediato. Hoy vi al mastólogo y fue reconfortante ver a un doctor que hable de futuro y no como si estuviera tratando con un paciente `delicado’. Sentí que lo mío era absolutamente tratable y que no cabe duda de que voy a estar bien". 







Asunto: Por fin "¡Por fin puedo escribir! He estado full: exámenes aquí y allá, consultas y salas de espera... Me sé de memoria todas las revistas y ni hablar de los cuentos de los otros pacientes... El calor de estos días ha hecho que este proceso sea aún más largo y desesperante, pero sólo ha traído mejores noticias... El domingo es mi primera sesión de quimioterapia. 




Aparte de que, por lo demás (pruebas de sangre, ecos, otros órganos, etc), estoy perfectamente sana. Eso siempre es una buena noticia. Estoy en buenas manos, tengo amigos (últimamente más que nunca) que amo y me aman, una familia que me ha demostrado la mayor incondicionalidad, un trabajo súper comprensivo, una hija que me inspira a vivir cien años y un esposo que no deja de sorprenderme con su paciencia y amor absoluto. No sé, lo único que se me ocurre es repetir la palabra `gracias’ todo el día y en todas partes. ¡Gracias!" 19-02-10 


Asunto: Post quimio "¡Hola! Como les comenté, ayer me sometí al primer tratamiento de quimioterapia. La verdad es que no me siento mal, sólo un mal sabor en la boca y un poco de cansancio, pero por ahora me siento bien. Dicen que tarda un par de días sentir el golpe y estoy al bate, no tengo otra opción. Me toca cuidarme mucho, buena alimentación y dejarme mimar, cosa que hago con mucha dedicación". 22-02-10


No hay comentarios:

Publicar un comentario